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viernes, 2 de mayo de 2014

"PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID"


Hola!!!
Bueno, como podéis ver en el título de la entrada hoy os traigo un pequeño trozo de Madrid, mi experiencia personal y algunos de los mejores y peores sitios que he encontrado en mi viaje.
Hacía muchos años que no visitaba Madrid, así que este viaje me hacía bastante ilusión y por ello intenté buscar y rebuscar por diferentes blogs y páginas qué lugares podrían resultar más interesantes para realizar una visita grastronómica por la ciudad.
En esta entrada os traigo parte de las tapas más tradicionales de Madrid, pero también otros lugares que para mi fueron un completo descubrimiento y como no, algunos de los alimentos por los que ya sabéis que siento bastante debilidad e interés a partes iguales.
Sin más dilación paso a enseñaros fotos de los lugares que visité y mi humilde opinión sobre ellos:


En primer lugar, como ya os he dicho, estuve indagando por otros blogs ciertos lugares recomendables para comer el castizo bocadillo de calamares, por el cual siempre he sentido bastante curiosidad ya que toda la vida los he comido en forma de tapa, es decir, sobre un plato y con un buen chorro de limón que empape el rebozado, que para eso estamos en Murcia. Aunque hubiera sido fácil meterlos en un trozo de pan y probarlos como tal soy de las que piensa que la comida no sabe igual en todos los lugares y que si el bocadillo de calamares es típico de Madrid será por algo, así que preferí aguantarme hasta visitar Madrid para probar el bocadillo de calamares "real" y así lo hicimos.
Por este motivo, nuestra primera visita fue al mismísimo corazón de Madrid, a la Plaza Mayor donde visitamos la Cafetería Magerit situada en los soportales de la misma plaza y pedimos una ración de bravas, un bocadillo de tortilla y como no, el tan deseado bocadillo de calamares.
Impresiones: las bravas estaban bastante buenas, la salsa era picantona y abundante y las patatas de buen tamaño y bien cocinadas. Sin embargo respecto a la tortilla de patatas parecían haberse olvidado de ponerle sal, ya que no tenía nada de sabor y tuvimos que pedir algo de mayonesa para poder comerlo.
Por otra parte, mi ansiado bocadillo de calamares estaba bueno, como podéis ver iba bastante llenito de calamares y éstos estaban tiernos así que no decepcionó. Sin embargo, la próxima vez que viaje a Madrid visitaré muchos de los otros lugares recomendados para seguir probando y ampliando horizontes "calamárdicos".





Una vez en Madrid tenía la obligación de visitar uno de los lugares que más me llamaban la atención de esta cuidad como es El Mercado de San Miguel. Sinceramente, disfruté como una niña viendo lo que más me gusta, tapeo y compras combinadas. En este mercado podéis  adquirir algunos productos que simplemente al mirar te piden que te los lleves a casa y los cocines ;) pero si vais justos de tiempo, o no os apetece cocinar podéis tapear en el mismo mercado probando los productos que si deseáis podréis comprar.
Aquí tenéis algunos ejemplos de productos que podéis adquirir o tomar allí:


Mirad qué expositores de fruta y verdura y qué aspecto tienen esos zumos naturales...además también disponéis de bandejitas de frutas naturales.



El siguiente de mis amores fue este puesto de quesos de todas las variedades, olores, sabores y colores que podáis imaginar frente al que yo, como buena ratona más encantada no podía estar :)) Aquí no podía dejar pasar la oportunidad de tomar alguna de sus tapas que me resultaron deliciosas (lo siento pero no puedo recomendaros ninguna, porque simplemente os las recomendaría todas)



La siguiente de las tapas que degustamos fueron tres croquetas variadas de izquierda a derecha: una de pollo, roquefort y una de langostino. Muy melosas y si tuviese que elegir entre ellas me quedo con la de langostino. 
Y por último otra tapa que me encantó fue la del puesto de ahumados, en este caso pedimos un surtido de tres tostas de las que debo decir que mi favorita fue la de salmón con vinagreta de eneldo, porque estaba realmente delicioso.
El último de los lugares, el plato fuerte de la cena, lo dejo para la siguiente entrada ya que he si lo incluyera todo en esta misma entrada quedaría demasiado larga y creo también que debo hacer una entrada de los tres mejores lugares que encontré en mi viaje, para que los conozcáis más ampliamente. 
Por lo pronto os dejo un adelanto de este lugar en el que encontré otro de los alimentos con los que me encanta experimentar:



Y terminamos la cena con un chupito de yogur líquido con frutas rojas y una tarrina de yogur helado con granola y lacasitos.


Y como ya os dije en la entrada de bizcocho de natillas y tarta de nata, las tartas o milhojas de nata con fresas o cualquier fruto rojo están en el número uno en la escala de mis dulces preferidos en la actualidad así que cuando vi el aspecto de esta delicia no pude resistirme. 
En primer lugar, como podéis observar me llamó mucho la atención el aspecto de esta super crocant bouche que tenían expuesta en este puesto de dulces y no pude resistirme a pedir esta delicia de lo que por cierto no me arrepiento ya que estaba realmente exquisita...aunque si esperáis a la siguiente entrada comprobaréis porqué no me gusta decir que algo es perfecto, ya que podréis ver la vuelta de tuerca de esta milhoja...os dejo con la intriga ;) 
Y bueno, aunque ya me creo cumplida con vosotros respecto al review del Mercado de San Miguel al menos, por si algún masoquista quiere seguir poniéndose los dientes largos os dejo algunas fotos más de cositas ricas que podéis encontrar en este increíble lugar:



Me volví loca cuando vi esto, ya sabéis mi pasión por la pasta fresca, aunque estoy pendiente de comprarme la máquina para elaborarla, acepto recomendaciones de marcas y por supuesto regalitos ;)



Y aunque no os lo he dicho, ayudamos a que la comida entrara mejor con un poquito de vino.



¡Nos vemos en la próxima entrada que ya viene calentita con los lugares mas destacados de nuestro viaje!

Los peores sitios del viaje fueron sin duda los más turísticos aunque no estoy segura de si la culpa es del que se sienta allí sabiendo que la comida para turistas es menos elaborada y meramente comercial o de aquellos que la sirven, que quizás se acomodan y bajan el nivel de exigencia sabiendo que nadie le va a juzgar propiamente porque la mayoría de los que pasan por allí se conforman con unas patatas untadas en un poco de ketchup haciéndolas pasar por bravas o unos calamares a la romana bastante secos y duros.
En ambos sitios debo decir que el servicio fue excelente, los camareros muy agradables, aunque en uno de ellos me quedo simplemente con que el camarero fue amable y con la frase que reza "no hay mal que por bien no venga" y os explico rápidamente, porque ya sabéis que no me gusta nada hablar mal del trabajo de la gente y creo que el mínimo esfuerzo por hacer algo merece su recompensa, pero que a veces es necesario darnos cuenta de que podemos hacerlo un poco mejor.
En primer lugar, os muestro la comida de la Taberna Corrientes, en la calle Toledo,4 (junto a la Plaza Mayor)
Como os digo, el servicio en este lugar fue muy bueno, con camareros muy agradables y servicio rápido, el problema es que la comida dejó bastante que desear:
 La patatas bravas estaban blandas, como si hubiesen sido recalentadas en microondas, para nada crujientes.
Las croquetas, tanto en tamaño como en sabor no daban la impresión de ser caseras y por último los calamares no sólo no estaban tiernos, sino que estaban bastante resecos, incluso encontramos alguno de sus trozos más bien duros.

El segundo de los lugares a los que siento decir que no recomiendo ir es sin duda el  Bar Café Los Arcos, en la Plaza Mayor con la calle Botoneras. Debo decir que nos sentamos en este lugar por pura casualidad, ya que en principio íbamos buscando "La Ideal" famosa por sus bocadillos de calamares.
En este caso La Ideal se encontraba a rebosar y tras una larga caminata visitando Madrid no nos sentíamos con fuerzas para seguir buscando otro de los lugares de mi lista, así que tras ver el Café Bar Los Arcos, decidimos sentarnos a comer allí.
El servicio respecto a los camareros fue impecable, el problema vino al pedir la comida. La carta desde el principio no me pareció muy amplia, disponíamos de unas cuantas tapas y unos platos combinados, poco más. 
Sabíamos que estábamos en la Plaza Mayor y esperábamos algo más bien turístico por la pinta de la carta, es decir caro y no demasiado elaborado, pero teníamos mucha prisa por comer al margen del cansancio acumulado así que decidimos finalmente pedir un par de platos combinados, que aunque no serían los platos de mi vida al menos nos ayudarían a llenar el estómago y recuperar fuerzas para continuar con nuestro viaje.
El problema llegó cuando pedimos que nos cambiasen los pimientos de padrón por un huevo frito que por lo visto debe ser bastante laborioso, o al menos bastante más laborioso que recalentar unos pimientos en el microondas, ya que el cocinero se negó a cambiarlos. Cinco minutos después de pedir apareció el camarero, disculpándose y esperando alguna otra petición a lo que le pedimos la cuenta directamente.
La cuenta en este lugar: 7 euros por dos refrescos de cola, lo cual me parece bastante abusivo incluso hablando de la mismísima Plaza Mayor de Madrid. El mismo camarero dijo que lo entendía y se disculpó, así que nos fuimos de allí y como os he dicho al principio, no hay mal que por bien no venga, porque gracias a este desprecio encontramos un sitio fantástico que os presentaré en la siguiente entrada :)

ENJOY YOUR MEAL!!!

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