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lunes, 29 de diciembre de 2014

CREMA INGLESA (AMOR A CUCHARADAS)


Hola!
Siguiente receta de esta trilogía "encadenada", ¡la crema inglesa!
Esta es una crema que me tiene bastante enamorada, ya que soy fan de la crema pastelera, pero si probáis esta crema, aunque son "primas hermanas" notaréis la diferencia.
La crema inglesa es mucho más fina tanto en sabor como en textura y al igual que la crema pastelera es perfecta para acompañar muchos de los dulces que habitualmente consumimos, como milhojas de hojaldre, petisus o el mismísimo roscón de reyes que tenemos a la vuelta de la esquina.

No sé si con estas pistas veis venir la receta final de esta "trilogía", creo que con lo del roscón de reyes os he despistado un poco...jeje
En fin, vamos a los ingredientes de esta crema que es tan fácil y rápida de elaborar como deliciosa, así que no perdáis ripio...

Ingredientes:

-3 yemas de huevo.
-250 ml de leche (preferiblemente entera).
-75 gramos de azúcar.
-1 vaina de vainilla (o unas gotas d esencia, que es lo que yo usé porque no tenía vainilla fresca).
- Un poco de ralladura o corteza de naranja y de limón, siempre evitando la parte blanca de la corteza. (al gusto, a mi como veis me gusta que quede con bastante sabor).


Como os he dicho la receta es muy sencilla, comenzaremos poniendo a calentar la leche con las ralladuras, la mitad del azúcar y la vaina de vainilla para infusionar. Si realizáis este proceso el día antes y dejáis la leche toda la noche en la nevera, ésta os quedará mucho más aromatizada. 
Si no tenéis la leche preparada como me ocurrió a mi, llevadla a ebullición y luego apagadla y dejadla atemperar unos minutos para que los ingredientes que hemos puesto suelten toda su esencia. Es importante ir removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva más fácilmente y a la vez las ralladuras y la vaina suelten sus aceites.


Al tiempo que la leche se calienta, batiremos las yemas de huevo con el azúcar hasta "blanquear", o lo que es lo mismo, hasta que adquieran el aspecto de la fotografía que veréis a continuación, en la que el color de las yemas ha cambiado hasta convertirse en una especie de blanco roto, o color crudo.
Para ello, batid enérgicamente con unas varillas durante unos minutos o con ayuda de una batidora eléctrica.
Yo en este caso como era poca cantidad lo hice a mano y en unos cuatro minutos las tenía listas.




Seguidamente, cuando tengamos las yemas blanqueadas y la leche a temperatura ambiente (retiraremos las ralladuras y la vaina de vainilla) la añadiremos a las yemas y mezclaremos.
Si no tenéis tiempo de atemperar la leche simplemente añadid primero un poco y mezclad rápido para que no se os corten las yemas y una vez las tengáis mezcladas añadid el resto de leche y seguid mezclando.


Seguidamente, pondremos otra vez la mezcla en el cazo y la mantendremos a fuego medio-bajo sin dejar de remover con una cuchara de madera durante unos cinco minutos o hasta que al pasar el dedo por la cuchara quede la señal de nuestro dedo en ella, es decir, que haya espesado considerablemente.

Tened cuidado porque si la cocináis de más se os cuajará el huevo y entonces más bien conseguiréis unos "huevos revueltos con sabor a crema inglesa".
Este proceso de cocción podéis también hacerlo utilizando la técnica del baño maría, aunque os llevará más tiempo que la crema espese corréis menos riesgo de que las yemas se cuajen que con la cocción a fuego directo.


Y aquí la tenéis, humilde pero deliciosa, para acompañar a cualquier postre si no os la coméis a cucharadas antes de que legue a la mesa ;)


ENJOY YOUR MEAL!!!


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